La NASA mandó al espacio decenas de crías de calamares hawaianos (‘Euprymna scolopes’) para realizar estudios científicos, reporta AP. El envío se llevó a cabo este mes en el marco de una misión de reabastecimiento efectuada por la compañía estadounidense SpaceX a la Estación Espacial Internacional, pero los pormenores solo fueron revelados este lunes.
El objetivo del lanzamiento de estos sepiólidos a la EEI es examinar qué ocurre con dichos animales durante el vuelo espacial y poder aplicar estos conocimientos para reforzar la salud de los astronautas durante las misiones a largo plazo.
Cuando los astronautas están en gravedad baja, se produce un cambio en las relaciones entre sus cuerpos y los microbios. Al pasar el ser humano un largo plazo de tiempo en el espacio, su sistema inmunológico experimenta dificultades para reconocer las bacterias, lo que en ocasiones conduce a que los astronautas se pongan enfermos en la órbita.
Mientras, los calamares tienen una relación simbiótica con las bacterias naturales que regulan su bioluminiscencia. “Hemos descubierto que la simbiosis de los seres humanos con sus microbios se ve perturbada en la microgravedad, y Jamie Foster ha demostrado que es así en los calamares”, destacó Margaret McFall-Ngai, profesora de la Universidad de Hawái.
Por su parte, la profesora Jamie Foster encabeza el programa de la NASA para indagar en cómo la microgravedad repercute en las interacciones entre animales y microbios. La especialista enfatizó que los resultados de estas indagaciones podrían tener mucha utilidad a la hora de enviar misiones tripuladas a la Luna o Marte.
Entretanto, se espera que los calamares vuelvan a la Tierra el próximo julio. Los especímenes adultos de dicha especie alcanzan hasta 7,6 centímetros de longitud y en la vida silvestre están presentes en aguas costeras poco profundas frente a las islas Hawái y Midway.