Un asteroide colosal llamado Apophis, de más de 375 metros de diámetro, se aproximará a la Tierra el viernes 13 de abril de 2029, en un evento astronómico que ha capturado la atención mundial desde su descubrimiento en 2004. Aunque los primeros análisis provocaron alarma por su posible colisión con el planeta, hoy los científicos aseguran que no representa una amenaza directa. Aun así, su cercanía excepcional representa una oportunidad sin precedentes para la ciencia y la defensa planetaria.
¿Quién es Apophis y por qué provocó tanto miedo?
Nombrado en honor a la serpiente del caos de la mitología egipcia, Apophis (oficialmente 99942 Apophis) fue detectado el 19 de junio de 2004. Su tamaño —comparable al de tres campos de futbol— y la trayectoria inicial estimada encendieron las alertas globales. Los cálculos preliminares indicaban un posible impacto con la Tierra justo un viernes 13, lo que alimentó teorías apocalípticas.
Con el paso de los años y gracias a análisis orbitales más precisos, los astrónomos descartaron la posibilidad de colisión, al menos durante los próximos 100 años. Sin embargo, Apophis pasará a solo 32 mil kilómetros de la superficie terrestre, una distancia menor a la de algunos satélites geoestacionarios, lo que lo convierte en un caso único de estudio.
Apophis será visible a simple vista
Durante su aproximación en abril de 2029, Apophis podrá observarse sin telescopios ni binoculares en cielos despejados. Su cercanía permitirá a los científicos medir en tiempo real los efectos gravitacionales que la Tierra ejercerá sobre su superficie, órbita y rotación.
El astrónomo estadounidense Clark R. Chapman explicó que, aunque los impactos de asteroides pequeños son comunes, un sobrevuelo tan cercano de un objeto del tamaño de Apophis ocurre solo una vez cada 7,500 años.
Ramsés y Osiris: las misiones que estudiarán el asteroide
Para aprovechar esta oportunidad, la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) han preparado misiones que investigarán a Apophis de cerca. La ESA lanzará en 2028 la misión Ramsés (Misión Rápida Apophis para la Seguridad Espacial), que analizará la superficie, forma, masa y otros aspectos del asteroide antes y después del sobrevuelo.
Esta misión evaluará cómo responde Apophis a las fuerzas externas, como la gravedad terrestre, lo cual será clave para diseñar futuras estrategias de desviación de objetos espaciales potencialmente peligrosos.
Por su parte, la NASA enviará la nave Osiris-APEX, una versión adaptada de su misión Osiris-Rex. Esta nave llegará a Apophis aproximadamente un mes después del acercamiento y estudiará su comportamiento durante 18 meses. El objetivo es conocer su composición química, evolución física y potenciales riesgos para la Tierra.
¿Apophis es una amenaza?
Hoy, los científicos descartan cualquier posibilidad de impacto de Apophis con la Tierra en su paso de 2029. Sin embargo, el nivel de atención que genera sigue siendo alto, no por miedo al desastre, sino por el valor científico que representa.
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