Tecnología militar: Israel vs Irán en guerra
Drones, misiles hipersónicos y defensas de élite en Oriente Medio
El conflicto entre Irán e Israel ha evolucionado hacia una confrontación marcada por la tecnología militar Israel Irán. Más allá de los bombardeos y ofensivas terrestres, lo que diferencia este enfrentamiento de guerras anteriores es el uso intensivo de sistemas de armas avanzadas, que incluyen misiles hipersónicos, drones kamikaze y sofisticados escudos defensivos.
Ambos países han desplegado lo más moderno de sus arsenales. Por un lado, Israel refuerza su postura defensiva con una red de intercepción aérea compleja y precisa. Por el otro, Irán apuesta por misiles capaces de evadir sistemas de defensa y por el uso masivo de drones para saturar la capacidad de respuesta de su rival.
Las armas clave de Israel
Israel cuenta con una de las defensas aéreas más avanzadas del mundo. Su principal escudo es la Cúpula de Hierro, diseñada para interceptar cohetes de corto alcance. Funciona mediante radares que detectan proyectiles en vuelo y lanzan misiles interceptores que los destruyen antes de impactar.
Cuando las amenazas provienen de misiles de mayor alcance, Israel recurre a sistemas como Honda de David, para interceptar misiles de mediano alcance, y Arrow 2 y Arrow 3, preparados para neutralizar misiles balísticos incluso fuera de la atmósfera terrestre. Además, el país integra misiles Patriot de fabricación estadounidense como apoyo.
En el plano ofensivo, Israel utiliza bombas guiadas por GPS o láser, capaces de impactar con precisión quirúrgica. Estas armas se lanzan desde cazas como los F-35 y permiten ataques selectivos con menor riesgo de víctimas civiles, un aspecto clave en el conflicto urbano.
El arsenal ofensivo de Irán
Irán ha modernizado considerablemente su armamento. Entre sus armas más temidas se encuentra el Fattah-1, un misil hipersónico que puede superar los 17.000 km/h, lo que dificulta cualquier intento de interceptación. Su versión mejorada, Fattah-2, no solo es rápida, sino también maniobrable en vuelo, lo que complica aún más su neutralización.
También despliega drones Shahed-136, conocidos como kamikazes, que se lanzan en masa para confundir las defensas israelíes. Aunque son lentos, su bajo costo permite emplearlos en grandes cantidades.
Otros misiles importantes son el Kheibar Shekan, con sistema de guía satelital y capacidad de maniobra, y el Qassem Basir, que no depende de GPS, sino que se guía por el calor del blanco, haciéndolo más difícil de interceptar con tecnologías convencionales.
Una guerra de precisión y saturación
Mientras Israel apuesta por defensas automatizadas y ataques quirúrgicos, Irán prefiere saturar con múltiples amenazas para debilitar la respuesta enemiga. Esta diferencia táctica refleja la forma en que cada nación entiende y emplea su tecnología militar: Israel enfoca en la disuasión defensiva, e Irán, en la capacidad ofensiva no convencional.
Ambos países han demostrado que la guerra moderna no solo se gana con soldados, sino también con sensores, software, inteligencia artificial y precisión milimétrica. El actual conflicto entre Irán e Israel es, en esencia, un duelo de tecnologías en constante evolución.
