Tecnología avanzada redefine el entrenamiento militar en Asia
China continúa reforzando su posición como potencia tecnológica y militar. En 2025, el Ejército Popular de Liberación ha consolidado el uso de realidad aumentada en sus operaciones, una medida que responde tanto a su ambición de modernización como al deseo de competir directamente con Estados Unidos. Esta aplicación de la realidad aumentada en el ejército chino representa un paso clave en su estrategia de digitalización del ámbito militar.
Desde hace casi diez años, China ha estado explorando el uso de tecnologías inmersivas en la logística, la formación y ahora, progresivamente, en situaciones de combate real. Un ejemplo de ello es el sistema MARS (Military Augmented Reality System), una plataforma de combate visual que recuerda más a un videojuego de última generación que a un dispositivo convencional de uso bélico.
El sistema MARS equipa a los soldados con herramientas de visión térmica, nocturna, cámaras de rastreo, mapas 3D interactivos y puntería asistida mediante proyectores digitales en el ojo. Esta tecnología les permite ver a través de obstáculos, compartir información en tiempo real con otros miembros del escuadrón y marcar objetivos con precisión quirúrgica. A través de redes sociales chinas, como Bilibili, se han filtrado imágenes de estas herramientas en funcionamiento.
Además, el uso de realidad aumentada no se limita al campo de batalla. Las fuerzas aéreas de China ya emplean dispositivos como HoloLens 2 para el mantenimiento de aeronaves, mientras que otras unidades lo utilizan en entrenamientos tácticos y paracaidismo, tanto en entornos virtuales como combinados.
En paralelo, Estados Unidos desarrolla su propio sistema IVAS (Integrated Visual Augmentation System), aún en fase de prueba intensiva durante 2025. Aunque los avances son similares, los soldados estadounidenses han reportado incomodidades como mareos y dolores cervicales por el peso de los dispositivos. China, por su parte, sigue probando intensivamente su tecnología para evaluar su impacto físico y cognitivo antes de autorizar su despliegue en misiones reales.
Este avance no es un hecho aislado. A finales de 2024, se conoció que instituciones militares chinas utilizaron versiones anteriores de modelos de inteligencia artificial de Meta para construir un asistente militar, ChatBIT, sin autorización de la empresa. Aunque Meta restringe el uso de su tecnología a ciertas naciones aliadas, el caso dejó entrever los esfuerzos del país asiático por aprovechar cualquier recurso tecnológico disponible.
El crecimiento militar de China también incluye el fortalecimiento de su arsenal nuclear. Según estimaciones del Departamento de Defensa de EE. UU., el país ya posee más de 600 ojivas nucleares, con planes de duplicar esa cifra para 2030. A esto se suma la construcción del mayor complejo militar del planeta, ubicado cerca de Pekín.
La realidad aumentada en el ejército chino se integra, entonces, como parte de una estrategia más amplia de desarrollo militar y tecnológico. Con este enfoque, China avanza con determinación en su carrera por posicionarse como la próxima superpotencia global.