Un 22 de mayo de 1980, el mundo conoció por primera vez a Pac-Man, el legendario personaje amarillo que revolucionó la industria del entretenimiento digital. Desarrollado por Namco y lanzado en Japón, el juego rápidamente se convirtió en un fenómeno global, marcando el inicio de una nueva era en los videojuegos.
A lo largo de cuatro décadas y media, Pac-Man no solo se ha mantenido vigente, sino que ha dejado una huella indeleble en la cultura pop, el diseño de videojuegos y la nostalgia gamer. Desde sus icónicos laberintos hasta sus simpáticos fantasmas enemigos —Blinky, Pinky, Inky y Clyde—, el título logró lo que pocos juegos han conseguido: ser un emblema universal.
Un fenómeno cultural y tecnológico
El éxito de Pac-Man se debió en parte a su accesibilidad y mecánica sencilla pero adictiva. A diferencia de muchos videojuegos de la época, que estaban centrados en la guerra o los disparos, Pac-Man ofrecía una experiencia única, apta para todo público, donde el objetivo era simplemente comer todos los puntos del laberinto mientras se evitaban los fantasmas.
El impacto fue tal que generó una franquicia con múltiples secuelas, productos derivados, series animadas, e incluso menciones en películas y música. Además, fue uno de los primeros videojuegos en atraer a una gran cantidad de mujeres jugadoras, abriendo el mercado a una audiencia mucho más diversa.
45 años después, sigue vigente
Hoy, al cumplirse 45 años de su lanzamiento, Pac-Man sigue presente en consolas modernas, plataformas móviles y hasta en Google, donde en 2010 se celebró su 30 aniversario con un doodle jugable que rompió récords de uso.
Fanáticos de todo el mundo conmemoran la fecha recordando sus mejores partidas, compartiendo anécdotas y, por supuesto, echándose una “reta”, como muchos lo llaman, para revivir la emoción del clásico.
Desde Cadena Política celebramos este hito desempolvando la consola y rindiendo homenaje al videojuego que definió a generaciones enteras.