Durante su visita a Doha, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reveló haber ejercido presión directa sobre el CEO de Apple, Tim Cook, para que la compañía aumente su producción tecnológica en territorio estadounidense, en lugar de trasladarla a India.
Trump aseguró haber tenido un “pequeño problema” con Cook, a quien le recalcó los beneficios que Apple ha recibido dentro del país. “Le dije: ‘Tim, te tratamos muy bien. Llevamos años soportando las fábricas que construiste en China. No queremos que construyas en India, sino aquí. Tienen que producir más en EE.UU.’”, declaró.
Fabricación global y tensión comercial
Este llamado ocurre en el contexto de una tregua comercial temporal entre Washington y Pekín, que pausó por 90 días los aranceles mutuos que amenazaban con frenar el crecimiento global. Estos aranceles, que alcanzaban hasta un 145% para productos fabricados en China, habían llevado a Apple a considerar a India como alternativa para ensamblar dispositivos como el iPhone.
Tim Cook, en reportes anteriores, advirtió que era complejo calcular con precisión el impacto económico de esos impuestos, y que India podría convertirse en un centro clave de manufactura para abastecer al mercado estadounidense.
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Trump insiste en manufactura local
Pese al alivio temporal entre ambas potencias, Trump continúa promoviendo una política de reindustrialización nacional, enfocada en devolver empleos manufactureros a suelo estadounidense. Su postura busca no solo reducir la dependencia de países como China o India, sino también reforzar la soberanía tecnológica del país.
Con este mensaje a Apple, el exmandatario subraya su visión de que el liderazgo tecnológico debe ir acompañado de producción nacional, un discurso que podría resonar con sectores económicos preocupados por la fuga de empleos y la seguridad en la cadena de suministro.