Por qué la “complejidad clásica” es insuficiente
La seguridad digital exige que revises tus claves, pues la regla de seguridad para crear contraseñas basada únicamente en mayúsculas, números y símbolos ha quedado obsoleta. Así lo expone un nuevo informe citado por Infobae: en 2025 ya no basta con incluir caracteres especiales para asegurar una cuenta. infobae
Durante años se recomendó combinar letras mayúsculas y minúsculas, números y símbolos. Sin embargo, el panorama cambió radicalmente. Hoy los ciberdelincuentes emplean hardware y técnicas avanzadas que permiten romper ese tipo de contraseñas con velocidad creciente. infobae
Cómo han evolucionado los ataques
Los métodos de ataque, como la fuerza bruta, se han beneficiado de la potencia cada vez mayor de las tarjetas gráficas modernas. Un análisis de la firma Hive Systems indica que actualmente se utilizan múltiples tarjetas de alto rendimiento para descifrar contraseñas que antes se consideraban seguras. infobae
Por ejemplo, una contraseña de ocho caracteres con símbolos puede ser vulnerada en cuestión de semanas o incluso días, dependiendo de la configuración de almacenamiento y del sistema de cifrado utilizado por el servicio. infobae
Además, muchas plataformas siguen empleando algoritmos de hashing débiles o configuraciones de factor de iteración poco robustas, lo que facilita el trabajo de los atacantes. infobae
¿Qué es más importante ahora?
De acuerdo con el informe, la longitud de la contraseña resulta mucho más relevante que la mera inclusión de símbolos o mayúsculas. Una contraseña más larga ofrece una mayor resistencia ante ataques de fuerza bruta o basados en diccionario. infobae+1
Asimismo, el uso reiterado de la misma contraseña en múltiples sitios representa un riesgo elevado: si un servicio sufre una filtración, las demás cuentas que usan la misma combinación quedan vulnerables. infobae+1
Buenas prácticas recomendadas
Para mejorar la seguridad de tus cuentas, se aconseja:
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Crear contraseñas largas (idealmente más de 12-15 caracteres) que sean poco predecibles.
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Usar frases de contraseña o combinaciones únicas y memorables, en lugar de depender sólo de símbolos y mayúsculas.
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No reutilizar la misma contraseña para diferentes servicios.
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Activar la autenticación de dos factores (2FA) siempre que sea posible.
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Revisar periódicamente si tus credenciales han sido expuestas en brechas de datos mediante servicios de verificación.
Conclusión
En resumen, la regla tradicional de “usa mayúsculas, números y símbolos” ya no garantiza un nivel adecuado de protección. La seguridad actual se apoya más en la longitud y en la singularidad de la clave, así como en prácticas adicionales como la 2FA. Si aún dependes de contraseñas cortas pero complejas, es momento de revisarlas y actualizarlas.
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