Karmatron regresa: La evolución del comic mexicano #AGeekXion

Alrededor del mundo hay una comunidad de fanáticos de los comics enorme, aunque su ritmo de crecimiento se ha desacelerado con la llegada de nuevas tecnologías y fuentes de información los comics comparten por un lado un público que los ha seguido por años y un público jóven que a veces llega a los comics por influencia de los padres o hermanos y a veces de forma indirecta por el cine o los videojuegos que se han convertido actualmente en los grandes escaparates para estos auténticos iconos. Los cómics han ido evolucionando hasta convertirse muchas veces en historias maduras y criticas de la realidad e incluso auto críticas. La diversidad de géneros y sub-géneros así como de narrativas estilos de dibujo etc. es masiva y tan extensa como la creatividad humana.

En nuestro país se considera que los comics tuvieron una edad de oro en el periódo que comprenden las décadas de los los 30’s y hasta los 50’s. el comic mexicano siempre tuvo diferenciadores bastante claros por sobre los productos de otros países. Lo que en muchos casos le dió proyección internacional.

Es justo a finales de los 70’s e inicios de los 80’s la época en la que muchos consideran que el cómic mexicano inicio su decenso hasta la casi inexistencia. La principal razón fueron los bruscos cambios que ha sufrido la industria editorial en general y la llegada de las nuevas tecnologías, no obstante han y ha habido muchos creadores en autentica resistencia creando contenidos de calidad en nuestro país.

Es justo en esta época de “declive” en la que surge el comic de Karmatron y los transformables publicado por primera vez en 1986 y creado por Óscar González Loyo quien en su momento fuera el primer mexicano residido en el país ganador de un premio Eisner (El quivalente a los Oscares en la industria del comic)  Karmatrón es por muchos considerado el primer comic de autor independiente la razón de ello es que no fue nunca un comic nativo de una editorial en específico sino que más bien el autor Óscar González Loyo busco una casa editorial para publicar su trabajo.

Justamente esto marca uno de los hitos importantes en los cambios en la industria del comic específicamente en nuestro país, tras la publicación de Karmatron en este formato llegaron otros muchos comics independientes que resistieron los embates de una industria cambiante y por muchos considerada perdida, lo que hizo cada vez más díficil que el modelo de negocio fuera sustentable. Con todo la serie “Clásica” de Karmatron llego a publicar la nada despreciable cantidad de 298 ejemplares a lo largo de los años, números que para asombro de muchos se publicaron de forma semanal (Lo que causaba asombro mundial) casi ininterrumpidamente hasta completar esos casi 300 números.

Esto, resultado del esfuerzo y resistencia del autor y su estudio, y desde luego y por sobre todo al apoyo de la fanbase de Karmatron que encontraron en el comic aventuras accesibles y sencillas pero a la vez profundas en las que los personajes enfrentaban al mal en batallas especiales con robots gigantes transformables (Muy en la tónica de los 80’s) rodeados al mismo tiempo de trasfondos filósoficos que mezclaban de manera bastante asertiva culturas, corrientes espirituales e incluso credos de todo el mundo. Karmatron daba el lector la sensación no sólo de estar leyendo una gran y entretenida aventura sino de estar accediendo a “algo más”.

Esto debido al trasfondo del comic: La casta de los llamados “Guerreros Kundalini” considerada por muchos una versión mexicana de los caballeros Jedi de Star Wars iban en su momento más allá, pues a diferencia del misterio que envolvió por muchos años a la orden Jedi, con los guerreros Kundalini sabías más de su entrenamiento y pruebas; de sus capacidades, y que eran el resultado de la fusión de muchas filosofías y credos de lo más diverso como los Mayas, Mexicas, Hindús, Hebreos Chinos y muchos más. Lo que mandaba un mensaje disruptor en su momento y de “unión universal del conocimiento”. Que si bien no estuvo excento de mucha controversia y críticas, para muchos de los fans represento también una “respuesta” a suss inquietudes. La verdad no se encuentra en un sólo lugar dógmatico, sino en los “puntos en común” que comparten todas las filosofías y credos de la humanidad. Y la busqueda de esa “verdad” requiere la voluntad de un guerrero.

De esta forma el comic llegado un punto narraba las aventuras de Zacek-Karmatron y sus amigos al tiempo que vertía muchas de estas tesis, ya sea como parte del mismo guión y otras como parte de una sección llamada “El manual del guerrero Kundalini“. Muchas de esas ideas en su momento como ya se dijo fueran disruptoras y muy criticadas, ahora en retrospectiva en estos tiempos de comunicación global no sería disparatado decir que fueron visionarias y adelantadas a su época. Cada vez hay menos defensores aguerridos de un sólo dogma y más personas que toman elementos de distintos credos para buscar su verdad.

Tras la llegada del número 298 hubo una época de silencio. En los 90’s se funda el estudio Ka-Boom y mientras lucha por mantener viva la llama de Karmatron y se involucra en muchos otros poryectos de comics televisivos y de mercadotecnia, el internet estaba en pañales, el contacto con los seguidores del comic era por medio de cartas o en convenciones locales de comic.

Con la llegada del nuevo milenio el comic vuelve a hacer algo de ruido, es re-lanzado en un formato actualizado y la comunicación se simplifica con la llegada de las redes sociales, muchos fans ahora adultos, regresan al comic de su infancia y lo comienzan a compartir con las nuevas generaciones.

No obstante la industria a continuado sus cambios. El comic que no forma parte de grandes industrias (Que ahora esas mismas grandes empresas enfrentan crisis y pérdidas) ahora es digital, dejando los formatos impresos para un público más selecto que esta dispuesto a pagar por las versiones impresas. La llegada de servicios online de comics que van desde Marvel online hasta apps como webtoon, dan claro testimonio de este cambio, la compra de productos digitales o modelos de susbcripción es la forma en la que la industria se mueve ahora, para bien o para mal, o para bien y para mal.

Es así que Ka-Boom estudio termina dando el salto inevitable, y, por muchos esperado, a una oferta digital, para dar continuidad a todos los proyectos del  estudio con Karmatron como buque insignia. Ofreciendo por un lado la versión “actualizada” del comic para los que comienzan en el mismo. Pero también para sorpresa de muchos, la tan esperada por los fans originales continuidad de la llamada “era clásica” es decir lo que ocurre después del ya mencionado número 298, en el que el comic se deja de publicar y la historia es interrumpida.

Así adaptados a los nuevos tiempos es que regresan las aventuras del Samurai cibernetico, los guerreros Kundalini y sus compañeros cibernéticos transformables.

El equipo de #AGeekXion le desea el mayor de los éxitos a Ka-Boom estudio en esta nueva etapa.

 

OTROS DATOS A SABER DE KARMATRON :

  • La convención de comics “La mole” la más importante en su género en nuestro país dedico parte importante de su edición 2019 al comic de Karmatron.
  • Óscar González Loyo dejó este plano físico en febrero del 2021. El comic a partir del último trabajo realizado por su creador pasará a la batuta de Susy Romero y Horacio Sandoval, Horacio “Hoacho” es uno de los miembros más veteranos y con más trayectoria de Ka-Boom Estudio.
  • Por nada del mundo te pierdas la entrevista que tendremos con Ka-Boom Estudio en nuestro programa #AGeekXion Radio este viernes a las 13:00hrs por #CadenaRadioMX

Finalmente para los que vivimos este comic en nuestra niñes, nos enganchamos con las aventuras y recibimos de buena gana esas semillas de conocimiento y las dejamos florecer, nuestro eterno reconocimiento y agradecimiento al autor, quien deja este plano en febrero del 2021.

Gracias Óscar…

 

 

 

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